Doppelganger
He escuchado que sonríes dormida mientras absuelves las
culpas de tu doppelganger. Advierto que su piel muere lentamente sobre ti
aguardando el final de la historia. Supe que tus ojos han dejado de ser tus
ojos y las horas restantes de ti sucumben ante la probabilidad de coexistir
entre la penumbra del destino y la luz del azar. Indicios interminables transitan
en lo poco que recuerdo.
Aunque inicialmente parecen espejismos moribundos sin
textura ni forma, a veces escucho tu olor y logro unir tus piezas como si
fueses un sutil rompecabezas. Incluso, cuando eres irreal nos impresiona tu
habilidad para escabullirte y de saltar entre charcos de senilidad y océanos de
juventud.
En el espejo, mi dedo se hunde en una superficie flácida. Al retirarlo, la mezcla se prolonga y se estira como un
elástico expuesto a altas temperaturas. He estado atónito frente a tus
resquicios mediáticos y al parecer la costumbre no acaba de sorprenderme. Eres
hábil para multiplicar mis ansias y derrotarlas al mismo tiempo.
Deseo
tropezarme con algún obstáculo de tu luz y mantenerme de pie hasta que no pueda
hacerlo. Pero escondes horror en esa
dulzura simple y compacta. Es una lástima. Por siglos veo dirigirte a ningún lugar
como un espíritu ciego con tentativas débiles de realidad. Mientras tanto tu
espacio empieza a adelgazar mi fortuna. ¿Algún día podrás ser libre de ti ?
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