La adopción Gay y La importación de Culturas Extranjeras

La adopción gay es tema muy espinoso. En parte, porque a través de los años la comunidad LGBTI ha venido ganando terreno y fuerza, en cuanto a derechos e igualdad de género se refiere. Y en otra, debido a la ambigüedad de la iglesia, los principios morales de la familia y el derecho a ser feliz. Sin embargo, la historia es más compleja de lo que parece. Nuestro país nos ha demostrado con el tiempo, que su mayor fascinación es importar culturas  y adoptar modos de vidas extranjeros. En eso somos buenos, en copiar. Nos apasiona vivir a la sombra de imposiciones externas, somos como adolescentes sin orbita fija, tratando de sentirnos adecuados en un grupo social, ciegos de voluntad siguiendo un trazo impuesto. No falta quien diga : “ todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos”. Desde mi punto de vista no es una razón descabellada.  

Pero esta filosofía remolca consigo miles de aspectos erróneos. Creencias irreales que no deberían tener espacio ni cabida en el tiempo. Pero repito, estamos en Colombia, la princesa del cuento que se siente fea frente al espejo. El país en donde cualquier puede pasar. La misma historia, se ha encargado de mostrarnos un patrón familiar universal. Este patrón se ha mantenido vigente durante siglos. Pero ahora alguien dice que se deben reestructurar algunos aspectos de nuestra experiencia humana y debemos aceptar los cambios del entorno. Cambios en la infraestructura familiar y la relación socioemocional del ambiente. 

En otras palabras, póngase de cabeza porque en otros países también lo hacen y es bueno para la salud. De ser así, Colombia podría perder esa independencia que se logró un 20 de julio.